Maskné
Las mascarillas, ahora que son obligatorias cuando no podemos asegurar la distancia de seguridad tanto en la calle como en nuestro entorno laboral, han pasado a formar parte de nuestras vidas nos gusten o no. Pero además de la cuestión estética (llevarlas cambia nuestra imagen), también llevan consigo algunas molestias en la piel. ¿Has oído hablar del maskné? -surge de la palabra mask, mascarilla en inglés, y acné-.
Una de las afecciones más comunes que provoca el uso prolongado de mascarillas es lo que se ha denominado como maskné: un tipo de acné que aparece o se acentúa a causa del roce y la falta de oxigenación.
¿Por qué surge el maskné?
Cuando llevamos el rostro cubierto con mascarilla, la humedad y el vapor, así como cualquier secreción de saliva o mucosidad, se acumula en la zona de la boca y la nariz bloqueando el conducto de salida de la secreción sebácea. La presión y la falta de oxigenación provocan que se taponen los poros –como decimos comúnmente– lo que promueve la aparición de comedones y erupciones cutáneas.
Prevención
Para prevenir la aparición del maskné y minimizar sus síntomas, hay que recordar estas tres normas:
- Escoger un jabón suave. Limpiar es fundamental, antes y después de usar la mascarilla, pero también elegir productos adecuados, respetuosos con los lípidos de la piel.
- Hidratación con texturas ligeras. Es aconsejable utilizar productos que hidraten y refuercen la barrera cutánea, pero mejor en texturas ligeras. Mejor dejar para más adelante aceites y cremas untuosas que resulten demasiado pesadas para la piel. Y se recomienda aplicarse la hidratante 30 minutos antes de ponerse la mascarilla.
- Purificación intensa. Los productos que favorecen la oxigenación ayudan a que la piel respire mejor y le aportan esa dosis de pureza y frescor que está pidiendo.
Es importante conocer y tratar de manera específica los factores que pueden empeorar la piel:
- En las pieles de tendencia grasa, el exceso de sebo habitual obstruye los poros todavía más. Este hecho, sumado a la humedad que se genera bajo la mascarilla, facilita la aparición de ciertas bacterias patógenas, como el Cutibacterium acnés. El equilibrio de tu microbiota cutánea se altera y aparece el acné. En estos casos, recomendamos productos con ácido salicílico, un efectivo agente antibacteriano.
- Es sabido que el estrés puede causar inflamación en la piel, lo que empeora los síntomas de acné, rosácea o dermatitis.
- Las pieles sensibles también tienden a la inflamación, lo que las hace especialmente susceptibles a sufrir maskné. Si la piel es especialmente delicada se necesita fortalecerla y elevar su umbral de tolerancia ante las incomodidades cutáneas.
- ¿Te maquillas? La presión de la mascarilla sobre la piel hace que los pigmentos del maquillaje penetren más y puedan obstruir los poros con más facilidad. Si no queremos prescindir de él, nuestro consejo es elegir texturas ligeras, con una cobertura más natural.