Prúrigo por insectos (Ronchas)

Prúrigo por insectos (Ronchas)

El Prúrigo por insectos, identificado con ronchas y comezón, ocupa un lugar importante entre las dermatosis en los niños que habitan o visitan la playa y son generalmente los moscos quienes atacan las áreas descubiertas del cuerpo.

La reacción provocada por la picadura de estos insectos puede representar el onceavo o doceavo lugar entre las dermatosis más frecuentes en las áreas urbanas, con una mayor incidencia en la época de lluvias cuando proliferan los mosquitos.

Y es que según el tipo de insecto o animal, los mecanismos de daño en la piel pueden variar a partir de las siguientes características:

a) Los que tienen un aparato bucal lo suficientemente poderoso para lastimar y sangrar la piel al introducirlo cuyo ejemplo típico son los tábanos y las avispas.
b) Otros que además de la acción mecánica del piquete introducen substancias que pueden servirles para absorber con mayor facilidad la sangre ya que tienen vasodilatadores o anticoagulantes y causan la reacción alérgica secundaria: moscos, chinches y pulgas.
c) Aquellos que inyectan substancias alergénicas, neurotóxicas o hemolíticas por ejemplo abejas, arácnidos y alacranes.
d) Algunos ni siquiera necesitan picar ya que sus vellosidades tienen substancias urticantes como son algunos gusanos u orugas.

En las áreas tropicales es mayor el riesgo de padecer problemas de la piel relacionados con la existencia de diversos insectos que se alimentan de sangre: pulgas, chinches o incluso garrapatas, estas últimas cuando en casa se tienen perros que se parasitan. Por su parte, en el área rural, además del prurigo por insectos se ve con frecuencia casos de alacranismo que pueden llegar a la muerte.

Además, en temporada de lluvias se puede ver casos de Trombidiasis, parasitosis cutánea que en México se conoce como "Tlalzahuate" o “Coloradillos”. Así mismo, en algunas áreas remotas aún se ven casos de Tunguiasis, comúnmente llamadas “niguas” (parásitos del ganado que pueden penetran la piel del humano), sobre todo si se habita en lugares donde las personas guardan sus animales en potreros anexos a sus hogares.

Mención aparte merece la Pediculosis Capitis (piojos de la cabeza) que aunque es frecuente, sobre todo en las poblaciones escolares de bajo nivel económico, se ve poco en la consulta médica, pues es objeto de automedicación o manejo casero.

Últimamente se ha visto en dermatología a un grupo de enfermedades emergentes relacionadas con el turismo, adquiridas durante las vacaciones en zonas endémicas, dónde sólo ahí existen estos parásitos, por ejemplo, la larva migrans causada por gusanos helmintos que penetran la piel cuando esta se pone en contacto con tierra o arena contaminada; o la Miasis , que se presenta con la invasión a los tejidos de animales y seres humanos por larvas de moscas y que causa molestias y dolor, con lesiones muy características en la piel.

Existe también el caso de las “Aguas malas ” o medusas, que son capaces de irritar la piel por las substancias urticantes y tóxicas que inyectan al tocar sus tentáculos, pero que al contacto con la piel pueden producir graves quemaduras. Se recomienda lavar la piel con agua dulce y acudir al médico.

Existen pocos productos en el mercado que sirven como repelentes y suelen contener substancias insecticidas que se asocian a la aparición de síntomas como nauseas, vómitos, cefalea y malestar general. Hay otros a base de esencias vegetales como la citronela que suelen no tener la potencia suficiente y sólo se consigue en formulación magistral o algunos preparados comerciales poco conocidos.

Entre la población en general se observan algunos mitos para mejorar los síntomas cuando una persona ha sido picada por alacrán que van desde bañarse con agua fría o comer un huevo crudo y en algunos casos se busca la cura a través de oraciones o ensalmos, enojarse intensamente y otros aún más alejados de una solución real que pueden empeorar el problema.

Por ello, un aspecto muy importante es la educación del paciente. En este sentido el doctor Estrada considera que el problema alérgico asociado a la picadura de moscos u otros insectos además de la prescripción de medicamentos debe ser la explicación detallada de las medidas que se deben tomar para que pueda mejorar, por ejemplo:

1. En la tarde y en la noche debe usar ropa protectora (pantalón largo y camisa de manga larga).
2. Mantenerlo en lugares donde no le piquen los insectos como habitaciones blancas, con mucha luz para poder verlos.
3. Revisar depósitos de agua donde puedan desarrollarse las larvas de los moscos y agregar las substancias para su eliminación (Avate).
4. En la noche poner pabellón o mosquitero en la cama de los niños.
5. Evitar el contacto con perros o gatos que puedan tener pulgas.
6. Revisar el colchón y aplicar insecticida si descubre insectos o huellas de los mismos.
7. NO aplicar otros medicamentos, más lo que el médico indique.
8. NO hay necesidad de dietas.

La salud de tu piel nos importa, ¡Cuídate, infórmate!

Fuente: Fundación Mexicana para la Dermatología, A.C.