Onicofagia

La onicofagía, es decir, el hábito de morder, desgastar o comerse las uñas a través de los dientes, lo padece más del 30 por ciento de los adolescentes y algo más del 5 por ciento de los adultos.

Esta condición es síntoma de estrés y además trae como consecuencia infecciones en las uñas, así como deformidades estéticas de manos, labios y en la forma de dientes.

Los padecimientos de las uñas deben ser atendidos por los dermatólogos, ya que esta especialidad abarca no sólo a las enfermedades de la piel, sino a las mucosas y sus anexos, es decir, las estructuras derivadas embriológicamente de la piel como el pelo y las uñas.

Las enfermedades ungueales u onicopatías se refieren a cualquier alteración que involucre a la uña. Son múltiples los padecimientos que encontramos en estas pequeñas partes del cuerpo donde las más frecuentes son las traumáticas (derivadas por golpes o deformaciones provocadas por el hábito de mordérselas.), infecciosas (por hongos, bacterias o virus) o tóxicas.

Sin embargo, hay ocasiones en que las uñas manifiestan diferentes tipos de enfermedades que por su origen se clasifican también en sistémicas (relacionado con padecimientos cardiacos, pulmonares, etc.), genéticas (como la displacia ectodérmica, donde no se desarrolla correctamente el pelo, las glándulas sudoríparas, los dientes y las uñas); así como las tumorales, inflamatorias, entre otras.

Tipos de padecimientos en uñas

Dentro de las infecciones que atacan a esta parte de la piel existen las bacterianas que se reflejan con cambios de coloración, pústulas y dolor.

Las infecciones causadas por hongos, también llamadas onicomicosis, figuran en áreas urbanas entre el rango de gente de los 20 a los 40 años ocupando el 48 por ciento de quienes lo padecen en las uñas de las manos; y en uñas de los pies se considera al 70 por ciento.

Cuando este tipo de infecciones ocurre se observa cambios de coloración, volviéndose opacas, amarillentas, marrón, grises, engrosadas o despegadas de la piel con cambios lentos y progresivos. Es frecuente en climas tropicales con humedad y calor. Lo favorece el uso de calzado cerrado, visita a lugares públicos (hoteles, clubes o piscinas) y en ocasiones se acompañan con otro tipo de infecciones de la piel como la tiña de los pies (pie de atleta).

Dentro del grupo de las infecciones virales se encuentran las verrugas, que forman alrededor de las uñas engrosamientos tipo callos, son contagiosas y antiestéticas.

Dentro del grupo de las enfermedades inflamatorias que alteran la forma normal de las uñas están las alergias por contacto, la psoriasis, el liquen plano, entre otras.

En muchas ocasiones en las uñas se manifiestan cambios que reflejan enfermedades cardiacas, pulmonares ( cianosis o color azuloso por falta de oxigeno), o cambios en su forma como los llamados dedos en forma de palillo de tambor .

Existen múltiples enfermedades de las uñas a veces secundarias a ingesta de medicamentos, tumores benignos y malignos, malformaciones congénitas o adquiridas como la onicocriptosis (uña encarnada) la cual es muy dolorosa.

Generalidades de las uñas.

Son láminas de queratina. Se sitúan en los extremos de los dedos de las manos y pies protegiéndolos y embelleciéndolos.

Sirven para hacer precisión de objetos como abotonarse, ejercer presión de pequeñas cosas o el rascado.

Pertenecen a uno de los órganos sensitivos y más importantes: la punta de los dedos. Elementos de relevancia para la comunicación interpersonal en diferentes niveles psico-sociológicos.

Las uñas sanas pueden tener forma ovalada y de color parcialmente rosado, las de las manos crecen de 4 a 5 veces más rápido que las uñas de los pies. En verano crecen más que en invierno.  No te automediques.

Fuente: Fundación Mexicana para la Dermatología, A.C.

Enfermedades de la piel