Quemaduras de la piel

Casi el 70 por ciento de las personas que sufren de alguna quemadura es en el hogar, además un 40 por ciento de los casos se presenta entre los 17 y 40 años.

Hay que estar alertas, ya que los líquidos calientes son una causa importante de quemaduras en la casa y de este tipo de heridas el 50 por ciento son padecidas por los niños.

Una quemadura de la piel es la pérdida de la integridad de ésta. Y cuando se rompe o daña puede originarse complicaciones agudas y/o a largo plazo, que llega a desencadenar una pérdida de las funciones vitales o la muerte.

Cuando una persona se quema con objetos o líquidos calientes, dependerá del tamaño de la lesión para su curación, pueden utilizarse vendajes húmedos y oclusivos con agentes tópicos especialmente esteroides. También llega a dejarse expuesta la herida, eso lo definirá el experto que realice el tratamiento.

En el caso de quemaduras con sustancias químicas, dependerá del tipo de agente, la cantidad, su concentración y el tiempo de contacto con la piel. Es indispensable lavar diariamente la lesión por personal médico, ya que ciertas soluciones pueden ocasionar toxicidad sistémica y de forma secundaria su absorción al cuerpo. El tratamiento incluye irrigación con abundante agua corriente que reduce el calor y diluye el elemento que hizo el daño.

Son muy comunes las quemaduras derivadas de la exposición solar y dependerá su tratamiento según el grado de éstas, (primero, segundo o tercero). Sin embargo, se utilizan antiinflamatorios tópicos, esteroides y hasta antibióticos.

Es importante acudir con un especialista para tratar la quemadura, sobretodo cuando éstas son extensas aunque parezcan superficiales ya que se podrá evitar una cicatrización inadecuada o infecciones. Cabe señalar que existen infinidad de remedios caseros que la gente utiliza y los cuales pueden llegar a empeorar la lesión, tales como el árnica, alcohol o limón.

En algunos casos las quemaduras pueden afectar la autoestima del paciente, sobretodo en situaciones cuando las heridas son producto de maltrato en niños. Cuando ocurre una cicatriz deformante, además del punto de vista estético, puede afectar de manera funcional, ya que la contracción que puede dejar la quemadura ocasiona limitación en la movilidad de determinadas articulación.

Por ello, se recomienda evitar la presencia de los infantes cerca de estufas con sartenes u ollas calientes, de hornos de microondas así como de cables de corriente eléctrica.

Además, después de una quemadura hay que utilizar agua fría y lavar delicadamente la herida con jabón común de preferencia libre de perfumes, así como acudir con el experto de inmediato. También, la prevención es lo más importante y en caso de ser necesario denunciar a quienes ocasionen estas lesiones por maltrato.

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Clasificación

Las quemaduras tradicionalmente se clasifican en Primero, Segundo y Tercer grado de acuerdo a la extensión de la misma.

Las quemaduras del primer grupo son superficiales, es decir, afecta la epidermis que es la capa superficial de la piel, existe importante enrojecimiento de la piel y se desarrolla una costra.

Las de Segundo grado se encuentran comprometida la dermis en donde se destruyen parte de sus anexos que son los apéndices pilosebáceos junto con la colágena y se desarrollan ampollas en la piel.

En las del último grado hay destrucción de todo el espesor de la piel, incluyendo parte de la grasa subyacente. En estos casos no hay dolor  (en los primeros días) ya que destruyeron las terminaciones nerviosas de la dermis y conforme el tejido se recupera la sensibilidad se restablece.

Fuente: Fundación Mexicana para la Dermatología, A.C.

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